Un cuerpo que escribe a mediados de octubre, publicado en diciembre. ¿Existe todavía? ¿Estar en el medio es lo mismo que estar al final?
- Jezabel Amin

- hace 3 días
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Por Jezabel Amin
Las prácticas artísticas como manera de resistir a la muerte.
Regalo hilos de vida textual alrededor de mis días, cerca de: Manifiesto Compost, Taller de Montaje Petit Hotel Chernobyl y mi “yo” mujer con un cuatro adelante.
Nota aclaratoria de la autora: estas líneas se escribieron a mediados de octubre del 2025, dejando huellas hacia el tiempo de hoy. Menciono obras que ya no están en cartelera pero que continúan haciendo ecos en mi memoria.
Cito a mi novio Artaud en Heliogábalo: “Los principios no se encuentran, no se inventan; se conservan, se comunican; y existen pocas operaciones en el mundo más difíciles que conservar que la noción, a la vez diferente y fundida en el organismo, de un principio universal.”
05 de octubre. Volviendo a C.A.B.A. desde la isla Don Juan, Tigre, donde pasé mi cumpleaños número 40. La ciudad es muy ruidosa y necesito irme para dejar de escucharla. La distancia óptima es clave. Dentro y fuera de una sala de teatro. Quiero un silencio, por eso me alejo. Desde que usé ese concepto en el Concierto de La Pequeña Orquesta, experiencia que jamás voy a dejar de agradecer en mi vida (pueden ver la nota de septiembre en esta misma revista), estoy mucho más atenta a mi necesidad de remanso. En verdad, desde mucho antes empezó mi relación con él. Mi historia con el silencio viene de lejos.
Es más reciente mi interés por investigar los efectos en mi percepción por el cambio de configuración espacial mientras resignifico memorias ancestrales. Algo que no voy a profundizar en estas hojas. Sólo nombro que ser consciente de ser ambiente y escribir la historia de un cuerpo en estos tiempos es un desafío enorme. Sobre todo, si querés generar una trama discursiva que se haga cargo de las contradicciones de su pensar-sentir-hacer y querés achicar la brecha sin generar un autoengaño. Mi vida en relación con los desafíos materiales es una gran película y a veces me pregunto si volcar pensamientos en una pantalla es una decisión inteligente de mi parte. Pero no puedo hacer otra cosa hoy. Un cuerpo que escribe escribe. Sólo nombro que tuve la posibilidad de viajar a Entre Ríos, conectar un poco más con la historia trágica de mi abuela, con las mujeres pobres y el uso de la sexualidad como medio de supervivencia, pude bailar y agradecer la vida a mis ancestros a la par. ¿Cómo viajan tus tiempos en el tiempo? ¿Tu presente es hoy? ¿Dónde estás? Mucho sufrimiento en este tiempo y en los pasados, a veces me sigo sintiendo atrapada. Quiero salir de la jaula del mundo.
Mi travesía textual está en riesgo.

12 de octubre. Escribo mientras que dejo afuera los ecos de la experiencia de haber cumplido años cerca del río caudaloso, pudiendo nadar entre los peces, escuchando a los pájaros, estando a piel desnuda bajo el sol y la luna. De regalo me picó una abeja y descubrí mis músculos abdominales. Practiqué un ritual para poder vivir el pasaje. Quiero dejar atrás todo lo turbio. Entonces abro un canal de comunicación con mis raíces más allá de los conquistadores europeos.
¿A qué fuentes de conocimiento puedo recurrir que no sean las que impuso el blanco colonizador? ¿Todo lo real es definido por el paradigma occidental judeocristiano capitalista? ¿Podré cambiar desde mi cuero cabelludo la raíz de mi manera de vincularme con el mundo?
Mis aventuras con las hojas, mi sed de naturaleza y los malabares económicos siguen en el paisaje de mi mente, pero las obras con las cuales elijo revisar el flujo de mis reflexiones me ayudan a no perderme del todo en meditaciones por las cuales nadie paga. Insisto con que compartir algo de mi “yo” individual, también es preocupación social. ¿Cómo hago para seguir viviendo? ¿Cómo haces?
Cuando creo un relato, no quiero ser una mentira. Quiero adueñarme de mi realidad. Ver el paisaje interno es parte, por eso reconozco los miedos, la ansiedad, la angustia, la enfermedad, la pobreza. Pienso en las mujeres que me precedieron, ninguna pudo vivir un amor sano. La vida se hace para adelante, me recuerda mi papá. Sigo pataleando un poco porque no logro profundizar en las cuestiones que abre mi curiosidad ni ganar dinero para alimentarme y ya cumplí 40 años. Mi papá, como Dios, no siempre estará para cuidarme y el mundo a veces es tan rudo.
¿Leíste lo que escribí? La preocupación por lo singular, lo individual, también es social. Mi “yo” importa, el tuyo también. Y la vida cotidiana es tan desafiante a veces. Si tenés conciencia de la desigualdad en la que vivimos y la padeces, ¿qué te puedo hacer llegar a través de mis palabras?

El 21 de septiembre fui a vivir esta experiencia, una manera de alentar la continuidad de la vida. Un oasis en la ciudad. Siempre gracias al trabajo comprometido de lxs grandes artistas que llegué a conocer en F.A.C.E. Simplemente dejo constancia de que ciertas imágenes que viví ahí generaron nuevas acciones en mi cuerpo. Otra vez un consuelo a la invención de mi soledad y un suspiro verde entre las flores. No voy a profundizar en la visita a Manifiesto Compost. Sólo espero que vos también puedas refrescar tus ojos entre otros ojos, que puedas sentirte en profundidad y a salvo con los demás.
¿Qué más de octubre puedo mencionar que ayude a vitalizar tus tiempos? Voy a contarte qué pude hacer con los míos. Concurrí al Taller de Montaje de la obra HOTEL PETIT CHERNOBYL en estos últimos meses. El estreno de la obra de Andrés Binetti fue el domingo 4 de octubre con el primer elenco (@tikachris, @mili.annibali, @antopetronzi y @luconserva) y el 19 es el turno del elenco en el que participo junto con @acunacelia, @arianachiochini y @luconserva. Bajo la dirección de Alejandra Oteiza y Martina Zapico.
Mi forma de transicionar la distancia con F.A.C.E. fue seguir trabajando y hacerme un nuevo nido. Necesitaba sumergirme en algún proyecto que me abrace y que me permita abrazar. Esta vez, mujeres, todas mujeres. Como sigo investigando Arte, Sexualidad y Muerte, la pregunta por quién soy, quién quiero ser, cómo puedo amar en estos tiempos, qué mejor que una cofradía femenina para revitalizarme. Y funcionó, el trabajo funciona, eso también lo aprendí de un gran hombre. También de grandes mujeres.
El espejo entre lo masculino y femino, está en crisis en mi cuerpo y el tejido plural social también está rasgado. Las cuestiones que quedaron planteadas en la nota anterior en relación a Nekro Romántica y Fritzl Agonista todavía siguen afectando mis reflexiones. Son demasiados asuntos en mi pelo, necesito definir un proyecto para no esfumarme en el vacío y ganarme el pan de cada día.
18 de octubre. En el teatro universal de la existencia, nos estamos mirando entre singularidades y aprendemos. No es un jardín del Edén ni el tango, ni el teatro, ni la danza, ni el peronismo. También se juegan cuestiones de competencia, rivalidad, poder. Jamás voy a alimentar una farsa diciendo que en lo colectivo, todo es bello y nos queremos y tratamos bien todo el tiempo. Sí a la fantasía direccionada, adulta y consciente. No al autoengaño para hacer propaganda de la danza, de las prácticas somáticas, del tango, del teatro, de la familia.
¿Cómo hacemos para poder vivir juntxs en Argentina?
No sé, pero sí sé que cuando hay un propósito compartido, las fricciones se suavizan, los egos se contagian de lo que nutre las acciones y nos ayudamos entre nosotrxs para alcanzar ese deseo: hacer una buena función, llevar la obra a escena, dar, recibir placer, contar una historia, varias historias, repararnos mientras que trabajamos por algo en común, en común, juntas por algo más grande que el “yo” y hacemos teatro.
Estoy del lado de quienes creen que vivir es algo más que pagar cuentas (aunque tengamos que pagar cuentas y sufrir el modo de producción actual). También sabemos que hay otras fuerzas y energías que importan y somos artistas, no nos maten por eso. También debe haber artistas que no piensen de esta manera que intento plasmar en estas hojas, integrar un conjunto no es necesariamente ser igual, pensar igual. No creo que actuar como bloque funcional a la hora de llevar un propósito, un deseo adelante, tenga que invisibilizar las singularidades, las maneras de hacer y ser. A través de la escritura observacional participativa, practico un punto de vista y no me olvido de que hay otrxs. Que cada uno teja sus hilos, pueda hacer su historia dentro de la historia.
“Al elaborar un ideal podemos dar por supuesto lo que deseamos, pero es necesario evitar las imposibilidades.” Leo esta frase en Huxley, que cita a Aristóteles. Retomando la frase que seleccioné de Artaud en relación al principio universal, ¿qué tenemos lxs humanos en común? ¿Será una creencia falsa que podemos vivir en un mundo más justo, respetuoso de la Democracia y la Diversidad y que para ello es clave la defensa de las Artes Vivas? ¿Qué dispositivos te permiten el encuentro, la transformación, sentir que pertenecés a algún lugar? Un cuerpo que escribe elige el teatro, la danza, las milongas, las plazas pero está a punto de dejar de creer en la salvación universal. ¿Quiero evitar las imposibilidades? ¿Acaso no es importante creer en la redención? ¿Cómo serán los resultados de las elecciones legislativas que se aproximan?
Tal vez del otro lado, quienes votan al Rey Loco, también se hacen el cuento de que quieren un mundo mejor. No quiero alimentar la trama de los buenos y los malos, los malos y las buenas, creo que eso no me ayuda a crecer ni a mi ni a nadie. Sí creo que descalificar al otro por negro, por mujer, por puto, por traba, por boliviano, por india, por pobre, por artista, por bailarín… algo de todo este desprecio violento a lo distinto, está mal. ¡Está mal! ¿A quién vas a votar a fines de octubre?
PAUSA OBSERVACIONAL. ¿Qué tiene que ver esto el Taller de Montaje dirigido por Martina Zapico y Alejandra Oteiza? Todo, el teatro es un espacio de resistencia, transformación, reflexión, encuentro, contención. También la danza claro, la performance, las milongas. Esa posibilidad de transformar el flujo de los pensamientos por no sólo dar atención a las noticias de la trágica historia humana, enriquece la experiencia del pensar. La renovación de imágenes que acontece en lo específico de las prácticas artísticas, lo que las trasciende, eso me interesa de las Artes Vivas.

¿Por qué hacemos teatro? Voy a escribir algo muy cursi, algo muy dicho: por amor. Es tan difícil vivir del trabajo en relación a las artes escénicas. No alcanza la plata y en el mundo de las guerras, insistir con el teatro parece un delirio. Escribir también. Pero necesito creer en mis palabras cada vez que escribo amor.
Todo lo que nombro desaparece, escribí esa frase alguna vez, sin saber que había una obra de teatro en cartelera que se estaba titulando de esa manera. Tal vez ese campo atencional enorme que nos envuelve al que estoy mirando y tantos otros ojos también miran, ese colchón de silencio infinito desde el cual traccionamos para inventar un mundo otro, eso que no puedo nombrar, es lo que nombro.
Gracias a las nuevas actrices que conocí, pude reír sin el mambo del amor romántico desgarrandome cada célula de mi ser y renacer. Sí, quiero, deseo, anhelo volver a dejar entrar a un hombre en mi cuerpo-casa. Todavía no encontré quién me mire de frente y no salga corriendo de espanto. Todavía no sé lo que es dar la mano, que te den la mano y te digan “estoy acá”. Escribo defendiendo el teatro, la danza, la escritura, las artes, pero tal vez lo hago siempre por necesidades básicas primarias afectivas no satisfechas. Es mi forma de hacer un oasis en el desierto. Tal vez cada línea pensante es para que mi mamá entienda que no estoy por fuera de la historia, que estoy inscripta en ella y que también “yo” soy humana y quiero seguir viviendo. Que lxs artistas también tenemos un rol en la orquesta universal, no soy un monstruo, aunque a veces actúe como tal, ¿con quién estás viviendo tu cotidianidad vos? ¿El enemigo siempre está afuera?
¿Qué relación hay entre una obra artística y las necesidades vitales? Hotel Petit Chernobyl se hizo una casa para mí. Agradezco y sigo vuelo. La otredad que a veces me hace vivir una tragedia, también me salva del drama, cuando aparece la comedia. ¿Habrá algo más? ¿Un género no definido aún? Una obra de teatro dice algo, nos deja preguntas, nos invita a volver a darnos valor al pensar. Enuncia, denuncia, quiero decir algo: las putas pobres de la familia merecen su reconocimiento y no tu vergüenza, gracias a ellas, estamos acá. También “yo” vengo a parir un mundo nuevo. La necesidad singular de existencia es social.

PH Hernán Reig, en un ensayo en @eljufre junto con @arianachiochini. A veces un abrazo es todo el aire, tierra, fuego, agua que necesitás. Y si no lo tenés allá, lo podés tener acá. ¡Viva la danza! ¡Viva el teatro! ¿Qué prácticas te permiten practicar el encuentro?
28 de octubre, hace unos días empecé a escribir otra nota pensando en hacer síntesis del mes. Es mucha vida, mucho trabajo el que hay en estas hojas. Necesito salir de la jaula. Un cuerpo que escribe está preocupado, cansado, con responsabilidades que atender. Vos también cuida tu energía, que no te coman los lobos. Hagamos un buen compost con las memorias.
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