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Cierres que abren. Un cuerpo que escribe en mayo, pensando junio. Desde las muertes, la continuidad de la vida.

Actualizado: 30 may

Por Jezabel Amin.

Recopilo sucesos y converso con algunas obras de la cartelera porteña. EGO, El sueño de un dragón y una madre, Ruedos de un payaso.



Este mes comenzó con la palabra trabajo y de ahí surgieron reflexiones sobre mi sexualidad, la muerte, las clases, las obras (pueden pispear la nota anterior). Para lxs recién llegados, me vuelvo a presentar. Soy profesora de Técnica Alexander, bailarina de tango, escritora, también cantante, actriz, docente, también hija, hermana, también… Y ahora me estoy alterando, porque sé que vendrán otrxs a decirme “a ver, te quiero ver, si tanto decís que sos, mostrame”. Entonces la autora se va al rincón, abraza sus hojas y llora. ¿Puedo decir desde lo que soy, lo que no soy, también desde lo que anhelo ser? Tal vez este no es el lugar para hablar de la multiplicidad que me habita. Mejor sigo conversando con algunas obras de la cartelera porteña y con espacios de entrenamiento actoral.


Un cuerpo que escribe
El sueño del dragón y una madre. PH: Luis Emilio Cerna Mazier. @elsuenodeldragon


13 de mayo, sábado. El sueño de un dragón y una madre. Ver esa obra fue una resonancia de haber participado en el Taller de Montaje de Teatro Físico de MTF. Primero como profesora invitada, después como co-coordinadora, después como despedida por WhatsApp. Constituir una pareja pedagógica, un equipo de trabajo, una obra, una clase no es tarea sencilla. 


En la etapa fundacional, el impulso, las grandes declaraciones regadas por el entusiasmo, son fáciles. Cuando apenas conoces a alguien o te involucras con un proyecto, encandilarse, enceguecerse, vestir la realidad con ilusión es tendencia. ¿Será que mi “yo” está tan agotado de sí? Será que voy con mi valencia para todos lados, buscando que alguien más me habite para habitar. Ando queriendo fundar una nueva tierra y no puedo sola, aunque fracase insisto. Alguien más que “yo” debe querer lo mismo. Entonces, ¿qué pasa que se arma tanto barullo en lo vincular? 


Ideas sobre qué pasa al vincularnos sobran. Creo que está bastante claro que nos cuesta el mundo juntxs. Hay grandes pensadores, instituciones, escuelas, poderes, elegidxs, sistemas de validación, plagiadores, especialistas, muchas voces tratando de interpretar lo humano porque parece que hacemos mucho ruido y estamos destrozando el planeta. 


¿Qué pensas vos? ¿Por qué nos cuesta tanto coexistir?


Pausa respirada. A veces me quiero vaciar de ideas. Me quiero quedar pensando en silencio. Tengo miedo de que me hagan daño o de hacer daño también. Porque puedo ser muy vehemente cuando escribo lo sé y estoy un poco desesperada porque no alcanzo el paraíso a la medida de mis propósitos. Sigo cavando pozos en mis pensamientos para ver si aparece algo más, algo que complete el modelo, la clave, el sentido de mi vida. Hago un pozo y otro pozo, comparto reflexiones. Estoy dando algo de mí acá. Como hacen algunos artistas en el escenario, creo que puedo identificarlos y me conmueven tanto porque creo reconocer al que trabaja con el corazón abierto, al que lo hace con el corazón cerrado también.


Vuelvo a sentir mis pies al piso y miro a mi perro. Vuelvo a invocar las voces de grandes maestras. Las verdaderas, las que no reclaman ser llamadas como tal. Dos veces me pasó que grandes referentes, uno de la escritura, otra del tango, me reprocharon que no lxs llamaba MAESTRX. ¿Qué pasá con eso? ¿Cuánta pleitesía hay que rendir a lxs que enseñan? ¿O es Jeza que tiene cuestiones con la autoridad? Se juegan relaciones de poder en los espacios de formación y entrenamiento, en las aulas, en los teatros, en las milongas, en las calles, en las familias. En los pliegues de mi carne quiero que sea otra cosa. Hay singularidades viajantes que no quieren ser cómplices de la perpetuación de un sistema opresivo de construcción de poder, pero no saben cómo hacer (“yo” no sé). No fui educada para defenderme. Siendo mujer tenía que prestar atención a lo que hacía y cómo, a mi forma de vestir, a lo que "yo" hacía antes que a lo que hacían lxs demás. Fui educada para complacer. No para defenderme.



Sobran ideas enfermas en algunas mesas familiares, ¿cuántos abusos son silenciados para que la casa esté en orden? Algunos comentarios alrededor de noticias turbias que escuchaba eran "¿si estaba vestida con esa pollera como no la van a violar?”


Tal vez lo que opera entre lo masculino y lo femenino es el espejo milenario que hay que romper. ¿Piedra o beso? Todavía no lo sé. Macho supremo no. Medea tampoco. Conozco las luces y sombras del amor maternal, algo de eso se pone en escena en El sueño de un dragón y una madre


Por muchas historias violentas, hacerme una imagen del mal asociada a lo masculino, me es bastante fácil. Pero la realidad no es tan fácil de leer, el cuento de que se pueda identificar un enemigo y hacerlo responsable de todo, ya fue contado tantas veces que parece falso. ¿O estamos atrapadxs en esa dialéctica? 




Un cuerpo que escribe

Escribir con los ecos de El sueño del dragón y una madre. PH: Luis Emilio Cerna Mazier.


Retomo el hilo de pensar lo vincular. Puedo escribir que el mundo de lo colectivo es todo maravilloso, pero sería falso. Hay disputas. Somos humanos, somos también depredadores. De todas formas, anhelo que puedan existir otras maneras de vivir y construir juntxs dentro y fuera de espacios de entrenamiento, dentro y fuera de los teatros, de las milongas. Voy a seguir trabajando para que nuevas vidas existan, aunque no sea mamá.


¿Cómo vivís? ¿Cómo querés seguir viviendo? ¿Tenés tiempo para hacerte preguntas o siempre estás apurado? ¿Qué tiene que ver una obra y una clase?


Una clase es una experiencia compartida, aprendemos juntxs. Una obra teatral tiene algo de eso también, nos necesitamos lxs unxs a lxs otrxs. Entonces, ¿por qué tanta atención al conflicto? ¿Qué pasa cuando el amor de una madre no llega a dónde tiene que llegar? ¿O será que le pedimos demasiado a esa figura? Las preguntas sobre lo que viví en relación a El sueño del dragón y una madre, me acompañan. Y quiero volver a verla para seguir pensando juntxs.


Y ahora escribo imaginando que hay alguien más conmigo. Y vendrá alguien más. Eso es increíble, estoy cerca de mi mesita de luz y vos a venir a leer esta escena en un rato. Pensar tu mirada me sostiene. Pensar que siempre hay otrx, me acompaña. Tal vez por eso hice nacer a Ana (Ana es ella, yo, otra. Un libro, una obra, una autoficción). Para poder sentir en la piel que siempre hay alguien más conmigo.


Siempre hay alguien más.


Mi propuesta en mayo de cargarme de afectaciones en las escenas también de las obras para sentirme más sensual y deseante convive con revisar mi relación con madre y padre. El sueño del dragón y una madre calzó justo en mis reflexiones y me dejó con preguntas. ¿Por qué no podemos vivir juntxs en paz? Ni en lo micro, ni en lo macro. ¿Por qué nos cuesta tanto estar bien? ¿Siempre hay un Cristo y un Judas? ¿Por qué el amor sobra, pero no alcanza? Disfruté las actuaciones, la narración hecha desde las luces, la hilación de la dramaturgia, los juegos tensionales. Disfruté y me quedé con ganas de volver a ver desde otro punto de vista. Entrelacé recuerdos de peleas entre mi madre y mi abuela, me pregunté por las adicciones, por mis tropiezos, ¿cómo seguir viviendo? ¿Cómo viajo con mi sensibilidad? ¿Qué te pasa a vos?


Ver obras, escribir, pensarlas, quedarme arropada entre preguntas y gotas de lluvia. Pensar las luces y las sombras de la vida. Trabajo escribiendo, nadie paga, pero trabajo, lo juro. El diálogo entre lo inmaterial y lo material me cuesta mucho todavía. Veo muchxs performers, bailarines, actores, actrices talentosos que no logran subsistir con sus talentos. Parece que gran parte de la sociedad consume arte sin estar dispuesto a pagar por él. Pero Nada es gratis, obra que vi en Galpón F.A.C.E., me recuerda otra vez que no estoy sola. Obras y obras en mis pensamientos, con sus títulos, sus imágenes, los sonidos, la iluminación, retener los recuerdos de las danzas, hace a mi árbol neuronal. El collage de mi memoria nutrida por lxs artistas, reitero mi invitación a conectar con lo real desde otras lógicas. Pronto llega junio, dale una palabra y llevala a pasear por tus días a ver qué pasa. Eso vengo haciendo y les juro que suceden cosas. Me doy consignas, recolecto palabras, organizo fantasías, imaginaciones. Recibo inspiraciones, me dejo acompañar (Silvio L., Natalia P., Mer S., Hernán F., Diego Á., Ludmila F. y muchxs más). Invito a otrxs a jugar.



Entre clases y obras. ¿Cómo aprendemos juntxs?


Volvamos al Taller de MTF, agradecida sin fin por la entrega de lxs participantes, por la posibilidad de haber estado ahí. Digo algunas palabras en relación, por lo que no pude hacer en el espacio por esas cuestiones de la estupidez humana.





Un cuerpo que escribe
PH: Hernán Reig. Lxs alumnxs, lo inolvidable. Siempre agradecida por la posibilidad de haber formado parte.


Vic. Estabas ahí quizás preguntándote, ¿qué tiene que ver la técnica Alexander con el teatro físico? Resulta que vivimos en un espacio, somos una unidad psicofísica. Entonces, reconocer algo de ese territorio, saber que tiene una estructura, pensar las relaciones entre partes, entre zonas, habilitar el registro sensible, conectar con la respiración, practicar directivas mentales de permiso hacia el despliegue del espacio interno. Permito que mis hombros descansen a los lados, que mi cuello libere a la cabeza adelante y arriba, que el peso del sacro caiga lejos del cráneo sin empujar. Pienso el volumen, la profundidad de mis caderas, las piernas disponibles, las rodillas hacia adelante, las plantas de los pies en descanso hacia el suelo mientras que el largo y el ancho de mi espalda nutre mi altura. Sí, palabras, ahora son palabras. ¿Cómo las cargas de intención? ¿Cómo te dirigís para salir a dar un paso? Estás en un lugar concreto, con vos, con otrxs. ¿Cómo viaja tu atención? ¿Cómo conducimos un accionar? Reconocer que solo estando ya hay un montón de actividad circulando, ¿te ayuda a vivenciar algo de paz? Si vamos a componer desde lo físico, reconozcamos su estructura y relaciones de organización de peso. Reconozcamos que hay afectaciones, estados, entrenemos no direccionar desde ahí. 


Ceci Aspe. Increíble tu apertura, la dulzura con que te sumergís, tu alegría por jugar, tu valentía. Tu ser compañera, dar lugar, darte lugar. Gracias por las gracias. 


Ahí entendí que es hermoso poder ser puente para alguien más, sino ¿para qué? Que lo que me permitió transformar la historia de mis músculos sea una herramienta posible para alguien más, fue una fiesta.


Ana. Sonrisa, talento, juventud, curiosidad. ¡Esperanza vital!


Flor. Que siempre tu voz (que sos vos y todo lo demás) permita tu despliegue en confianza, seguridad, alegría.


Greta. Que siempre puedas disfrutar tu belleza en plenitud honesta. ¡Enorme tu entusiasmo por captar información y brillar en escena!


Francisco. Recuerdo palabras tuyas, en relación a tu alegría por poder estar en un lugar en la semana para conectar con lo artístico y creativo. Eso siempre es un mimo para mi corazón, recuerda el sentido de las acciones.


Nico. Espero que no te pierdas, a veces hacer un mapa entre tantos estímulos es difícil. La plata nunca alcanza y la pérdida de sentido para los cuerpos sensibles está siempre por ahí. Cuida tu belleza, tu dulzura, tu sonrisa.


Matías. Gracias por involucrarte y seguir viajando con la semisupina más allá del trabajo en sala y por tus palabras en relación a mis palabras. Quien escucha es quien completa el ciclo de quien enuncia. No fueron tantas clases compartidas, pero sí significativas.

Más abajo, cuando nombro a Emiliano, cuidar el espacio entre su nombre y lo que sigue... Emiliano. Concreto y preciso: participación, bondad, juego. Tengo muchas fotos mentales de tus gestos comprometidos.



Emi. Trabajadora poética. Luchadora sensible, responsable, creativa, el futuro es tuyo y es hoy.


Woyen. Gracias por la disponibilidad, por las palabras, por recibir mi voz con piel suave y dispuesta.


Diego. ¡Llegaste para las fotos! Las que creí bienvenidas. Un regalo que te sumes y regales talento, tonalidades, variación, variabilidad ¡y luces a la escena!


Rena. Confianza en tu belleza inteligente, en la imaginación desplegada de tu ternura, que todo cuide tu asombro y bondad. Que tu recorrido esté lleno de risas, con pocas decepciones, con pocas frustraciones y que todo lo que te desanime lo puedas usar a favor de renovar el entusiasmo.


Marcelino. Concreto y preciso: participación, bondad, juego. Tengo muchas fotos mentales de tus gestos comprometidos.


Mailo. Todavía me emociono cuando evoco tu presentación. Gracias siempre por la entrega, el compromiso, por brindar tu sensibilidad hacia el espacio, tus compas, a Matías, a mí. La nutrición del sentido es con ese rebote. 


Leandro. ¡Danza al teatro, el teatro a la danza! Gracias por esa apertura y cruce de información, por tu gestualidad despierta desde los dedos hacia los dedos. Hermoso haber podido compartir este tiempo. Recuerdos, recuerdos, siguen los recuerdos. 


Emanuel MUCHAS GRACIAS otra vez por todo el trabajo que hacemos juntxs.


En una clase jugamos seriamente, adoptamos roles. Como en el teatro. En una clase, hay una unidad psicofísica (o más de una) que guía, acompaña, observa, que selecciona información también de lo que ve en tiempo real y propone un recorrido. Una voz que tiene procedimientos, que busca compartir y también poner a prueba lo que cree que conoce para que eso le sea útil a alguien más. En una clase aparece una manera que es personal, hay un dar y recibir organizado bajo un dispositivo y algo parece funcionar. Como en el teatro. Narro desde lo que aprendí, de mi experiencia aprendiendo también. La clase que doy “yo” no la da otra persona pero a su vez no soy dueña de nada. Una manera de actuar también es tan diferente a otra… la magia de poder ver la diversidad y no aterrarse ni querer armar una tabla de excel para clasificar.


Queridx lectorx, se ponen a bailar proyecciones entre nosotrxs a veces, hay muchas dimensiones presentes en el presente. Permitime y permitite cierto desconcierto porque estoy duelando un proyecto. Y hacer una síntesis metodológica lleva tiempo, estudio, dedicación y el estrés por la plata quita tiempo. Y ahora tengo que preparar clases sola otra vez. Quedó clarísimo que no puedo pedir a un hombre mucho (nada). Que las bases para hacer una alianza de compañerismo y enriquecimiento creativo llevan su tiempo, que el delirio de la ilusión dura poco. 


Pensemos otrxs mundos posibles y practiquemos otras maneras de hacer y deshacer lo real. ¡ARTE!





15 de mayo. Por una serie de relecturas, me pregunto por qué puedo darme la arrogancia de hablar de otrx. ¿Qué se “yo” de dónde nace el placer de alguien? Puedo hacer un esbozo del mío, decir que la pregunta sobre cómo es el placer después del trauma me sigue resonando, puedo decir que quiero permitirme gozar sin sentir que estoy haciendo algo no debido, puedo decir que necesito transformar las ideas desde las cuales hago y deshago cuerpo. Puedo compartir procedimientos de fisicación. Puedo dar mensajes entusiastas para entusiasmar a otrxs a vivir mirando que otra vida puede ser posible. 


Al lado del camino. Despedida. Sin duda hay cosas de mí que no agradan a quien tenga una relación de propiedad con los espacios que coordina. Y contar estas cosas me da miedo también. Quien no me conoce puede deslizarse fácil hacia el “algo habrá hecho”. Pero esta vez no seré “a tu lado, silencio, silencio.” Cito a Alfonsina, una de mis queridas. “Llegará el día en que las mujeres se atrevan a revelar su interior”. Mi corazón de papel quiere desnudarse y acá estamos. Me propongo dominar mis afectaciones para que no me deshilachen en el recorrido pero en los espacios seguros vuelvo a abrir mi corazón. Siempre el amor primero, creo en eso aunque tenga casi cuarenta años. Ya es hora de ser adulta. De reconocer que no voy a sanar a Palestina ni haré justicia por palabras propias. Pero aún reconociendo mi fracaso, lo intento igual. El show debe continuar.


¿Es que tengo que fundar una tierra nueva? ¿Para eso la milicia secreta de rescate? ¿para eso hacer obra? ¿Y si esto de intentar ser profeta ya es una secuela gastada? De todo hay teoría. Que la historia se cuenta así, que se cuenta asá, que arriba y abajo… pero siempre obedeciendo a alguien más (que me habla suave o que me habla militar). 


¿Cómo es un vínculo? ¿Existe la paridad? ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste libre? ¿Estoy siendo muy atrevida? ¿Enojarse o sobreadaptarse? Esta última pregunta es el título de una columna de Virgina Gawel que me ofrece youtube. 


¿Escribiendo estoy siendo muy atrevida? De mi abuela se decía que era una insurgente, anarquista, feminista, puta sentimental que estaba un poco enojada por no haber podido descansar nunca. Se inventaba nuevas realidades leyendo y hablando de teatro. Sigo su legado, escribo y defiendo la sangre de las artes y lxs artistas.


Mover el dolor.


Sábado de lluvia, 17 de mayo.  Veo EGO otra vez. Me pregunto si las imágenes con las que nos transformamos ya están todas escritas. Me pregunto si la obsesión por la novedad es inteligencia o estupidez.


Repaso imágenes de la devastada Palestina y recuerdo a Silvio Lang diciendo que el dolor es universal. Viajo entre los desgarros personales y entre los que están más allá de las fronteras pero que aun así se sienten cerca. Sigo sola entre las sábanas, pero me nutro de movimientos no cotidianos de otrxs (el despliegue de lxs performers de EGO es impresionante), me incomodo con gemidos, me sigo preguntando qué mujer soy al despertar, qué mujer quiero ser. No pido nada más en el espejo equivocado. 


Los pájaros también mueren. Sin nido, el vuelo continúa. Por suerte Ruin en el Galpón de Guevara, por suerte Nada es gratis en Galpón F.A.C.E., por suerte Entre Paréntesis, por suerte veré a Agustín Soler, en Ruedos de un payaso.


Lunes 19. Después de las elecciones donde gana el candidato adorno, lamento no haber logrado llegar a ver Entre Paréntesis: me tocó ser presidente de mesa. Con los ecos de EGO escribo. Octavio dice que le hizo bien la función porque pudo sociabilizar cuestiones que lo están afectando en este tiempo. El mundo es desafiante. Pero estar en el escenario le hizo bien, entonces todo tiene sentido otra vez y escribo preguntas ya hechas y otras en relación con la obra. ¿Cómo hacemos para vivir el placer después del daño? ¿Qué energías se expresan en la sexualidad? ¿Una mujer desbaratada, inconsciente, infantil es una mujer libre? ¿Puedo querer y que me quieran en salud? ¿Hay una coreografía que hay que seguir para pertenecer al mundo de las máscaras y no la entiendo? ¿Se puede hablar de verdades todavía? ¿Cómo hacer para seguir viviendo en este mundo? ¿Acá, entre las guerras, la desigualdad, la injusticia, defender el placer es lo mejor que puedo hacer para mí, para otrxs? Lo que hacemos, las obras, las danzas, las escrituras, que todo pueda cumplir su papel para la continuidad de la ópera humana. ¿Cómo hacemos para seguir juntxs? 


Me llegan mensajes de lectores y aunque extraño las cartas de papel, agradezco entender que ya mis pensamientos no son sólo míos. Que vivir la vida es un diálogo, que no siempre es soliloquio.


Palabras no son sólo palabras. ¿Qué historias queremos contar? 


Se va yendo mayo, el trabajo amoroso continúa. Pronto vuelvo a ver a Agustín Soler, a Pompeyo Audivert, sigo en conversación con las obras… ¿cómo seguís vos? Me interesa el entramado de lo singular y lo plural, el teatro en mis dedos.


Cerrando mayo.



25 de mayo. ¿Cómo te relacionas con los finales? La próxima vez quiero hacerlo mejor, espero volver a ver a lxs alumnxs del taller de los jueves. Mi perro Atila murió ayer, me cuesta pensar en la patria hoy. Justo que vengo tan cerca de los pájaros muertos. En la nota anterior, hablando de un escrito mío titulado Los pájaros mueren, conté que mi perro comió un pájaro muerto mientras caminaba con mi amigo y colega @diego.ricardo.alvarez. En mi casa el diálogo entre la ficción y la realidad es cosa de todos los días, la visita de artistas casi que también.


Hace unos días un compañero de entrenamiento actoral que no conoce nada de mi vida, me miró a los ojos y dijo “veo pájaros, veo un cuervo”. Si claro. En estos días, la muerte estaba cerca, soñé con ella. Llegó. Amigxs siempre acompañan y todo se hace más bello así. Gracias, hermosa Vero D.


Las historias no son sólo historias, operan sobre el espacio tiempo que compartimos y si las dejas pasar, ¿transforman tu destino? Quiero otra manera de vivir lo real, quiero ver algo que me haga bien. Agustín Soler. Voy a verlo con el fantasma de Ati en mi mochila, me siento extraña con la decisión de salir de mi casa. Mi perro Atila era una gran presencia en mis días, lo seguirá siendo.


¿Cómo es estar en duelo y ver teatro? Elijo ir al teatro y no a la mesa familiar para el domingo. ¿El teatro será mi verdadera casa?


Si. Ver Ruedos otra vez. Belleza absoluta, puedo escribir que siempre volvería a ver esa obra. Aún llorando una muerte profunda y cercana, podía celebrar la existencia de alguien más. Siempre hay alguien más. Diego también vuelve a estar ahí, algo del Arca de Noé (milicia secreta de operaciones para salvar las dimensiones artísticas de la vida) está funcionando. 




Un cuerpo que escribe
Lo bueno continua, ¡junio allá vamos!


Agustín Soler tiene una manera muy amorosa de estar en escena, transmite una energía que le es propia y algo de su dulce inteligencia se ve en Ruedos de un payaso, en Ruin también. Algo del carácter de lo eterno, de lo universal, algo de eso se cuela en sus gestos y le pertenece, estoy segura. ¿O será otra vez que la ilusión que me habita exagera? ¿Cómo hace él para seguir viviendo su sensibilidad en este mundo? ¿Qué tanta dosis de verdad tiene sus gestos? Porque si es todo lo que parece es parte de lo que es él… el mundo está a salvo todavía. Y si está siendo pura ficción física, también. Si él es capaz de producir tanta belleza, hay esperanza.


Con mucho compromiso y realidad puedo decir siempre volvería a ver lo que sea que haga Agustín Soler. Su interpretación es poesía, las imágenes, los colores, la simpleza honda con que me hizo volver a reír y llorar. Me permitiste duelar la muerte de mi perro celebrando vida. ¡Sos hermosura! 


¿Podemos creer en la palabra “siempre” en estos días?


Ruedos en Café Artigas, espacio de resistencia, de reciclaje, de educación. El encuentro, lo efímero, lo eterno. ¡El teatro late! Agustín es corazón abierto. 


Y pronto voy a poder ver Ruin otra vez y hacer preguntas. 


Despierto hoy 26 de mayo sin Atila entre mis piernas, pero escribo y pienso en recuerdos de ayer escuchando el canto de los pájaros. 


Lo animal humano: el teatro. Vida es continuidad. ¡junio allá vamos!




Ati por @diego.ricardo.alvarez


Un cuerpo que escribe
PH: Jezabel Amin. Amor Animal. Seguir escribiendo.

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