S.E.R. (Solo Escenas Random)
- Maitén Aimé

- hace 3 días
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Por Maitén Aimé
S.E.R (solo Escenas Random) Sobre textos de: Jean Paul Sartre Versión: Compañía Corporica Performers: Monica Ayala, Manuela Caviglia, Elisa Delgado, Luz Lassalle, Paula Muller Multimedia: Federico Videla Música original: Fabian Kesler Gestión: Elisa Delgado, Luz Lassalle Producción: Elisa Delgado, Luz Lassalle Dirección: Liliana Tasso Clasificaciones: Danza – Teatro, Performance, Presencial, Adultos
Función: Domingo 9 de noviembre - AEREA
Versión posible de la obra “A puerta Cerrada” de J.P.Sartre por la Compañía CorporiCa una habitación cerrada, tres seres recién llegados después de su vida en la tierra. No hay espejos, solo sus ojos para reflejar alguna suerte de existencia. La puerta se abre hacia… ¿la nada? Falso glamour, escenas retro-futuristas y una pregunta a la audiencia: ¿qué estás haciendo acá?

EL INFIERNO (SOMOS) LXS OTRXS
“En fin! Este es el momento. La estatua
está ahí; yo la contemplo y ahora comprendo perfectamente que estoy
en el infierno. (...) Entonces esto es el infierno. Nunca lo hubiera creído... Ya recordarán: el azufre, la hoguera, las parrillas... Qué tontería todo eso...
¿Para qué las parrillas? El infierno son los otros.”
J.P.Sartre
Manifiesto performático en acto
Cada vez que empiezo a escribir esta nota, entro por un lugar diferente.
El espacio son 3
es un cuarto cerrado
un cuerpo
muchos cuerpos
6 espejos
todos los cuerpos
todos los tiempos
todos los espacios
multipolar
un poco esquizo
infinito
eterno
encantador
Pasado y presente confluyen, se mezclan, se alteran mutuamente.
Liliana Tasso realiza una relectura contemporánea de una obra de Sartre compacta, pero inabarcable. Un manifiesto performático compuesto de infinitos planos de existencia y significación. Una disección cubista que actualiza las dimensiones de lo individual y lo social, y las amplía, las diversifica, las fricciona, las exaspera.
Una habitación, 3 sillas y 3 personajes purgando, más o menos conflictivamente, una vida que va apareciendo a medida que el tiempo pasa y cada unx de ellxs se ve en la mirada de lxs otrxs: el único espejo donde verse a sí mismx.

Todos los tiempos el tiempo
Cada vez que empiezo a escribir esta nota, entro por un lugar diferente.
En su libro Utopía Queer. El entonces y allí de la futuridad antinormativa, Esteban Muñoz desarrolla el concepto de performatividad utópica: una operación político-creativa (cotidiana) que recupera los caminos olvidados, silenciados, abandonados, obstruidos, violentados en el pasado, resignificándolos en el tiempo presente y abriendo posibilidades de construcción de imágenes y experiencias otras. Acciones de, desde y para otros mundos. Una forma cuir, plural, diversa, inédita y desobediente de construir la realidad en acto.
En S.E.R. Liliana Tasso repone los caminos obturados por Sartre en su propia obra. Hace presentes los diferentes planos de la existencia humana y los condensa en un momento definitivo (que es ahora): la eternidad -*.
¿de qué vida vienen los personajes? ¿ese adentro, de cuántos adentros se compone? ¿qué es adentro y qué es afuera? psique-órganos-cuerpo-mundo-otrxs ¿el infierno es una fábula, un cuarto cerrado, o el insistente reflejo que nos devuelve la mirada de lxs otrxs?

¿y qué el cuerpo?
En otra dimensión los cuerpos: Un cuerpo que narra.
TESTIMONIO VIVO
un cuerpo entregado a la estructura, el desarme y la reconstrucción.
Un laberinto.
Un cuerpo andrógino que le da forma al cuerpo.
Los cuerpos dan forma al espacio.
A un tiempo que son todos los tiempos.
Lo diseccionan.
Se mueven alrededor del infierno, marcando camino, orientando el foco.
Nuestro cuerpo se desarma con ellos en la vorágine existencial.
Permanecemos inevitablemente reflexivxs
con un hueco en el estómago.
La confusión.
El vacío. Un terror.
Antiguo.
Actual.
Cada vez que empiezo a escribir sobre esta obra
un abismo.
MIRATE EN MIS OJOS. ¿Cómo mirar (en) la (propia) ausencia?
En la obra original, Sartre ubica a estxs tres personajes a puerta cerrada en un cuarto que parece vacío, pero constituye un espacio liminal definido por una condenada silla para cada unx, un busto de bronce y unas “parrillas”. Lxs personajes son llevados a este punto por un camarero parco, de respuestas mínimas, que abre y cierra la puerta. La antorcha de la caverna: no hay espejos ni relojes. Sólo lo que el camarero quiera responder. Tampoco podrán salir de ahí. Liliana abre las fronteras. El infierno se abre hoy ante nuestros ojos. El infierno son lxs otrxs. El infierno somos nosotrxs que miramos mientras se miran. Que miramos padecer, mundos derrumbarse, desesperaciones y desquicios; y seguimos ahí confusxs, espiando en esa escena, infinitas escenas, obnubiladxs, inmóviles, frente a la bomba atómica actual.
Sartre escribe en un mundo en guerra. Busca poner de manifiesto algo de la
condición humana, en el siglo del hombre lobo del hombre.
El horror se hace presente en el vacío.
Jean-Paul sólo nos muestra un infierno de cuatro paredes.
Como si nuestro remordimiento pudiera suspenderse.
Como si se pudiera silenciar nuestra humanidad
psiquiatrizada de tanta humanidad.
Como si existieran anticuerpos
contra el virus del lenguaje
contra el pensamiento simbólico que lo moraliza todo.
O no.
(cada vez que empiezo a escribir…)
JUNTXS POR TODA LA ETERNIDAD. Un despojo obligatorio, que desnuda poco a poco las miserias, los dolores, los pecados, las necesidades y deseos.
Propios, ajenos, nuestros.
Un adentro destruido, desesperado y un afuera que va dejando de existir, en la profundidad de este segmento del ser.
En ese espacio, el adentro se vuelve mutuo, colectivo. Las miserias se despliegan y se chocan unas con otras, o se enamoran, o simplemente buscan negociar una calma…
. *- Liliana repone este infierno hoy, lo hace visible-tangible-sensible, rompiendo el espacio concreto y simbólico, haciendo presentes los planos que Jean-Paul dejara fuera de campo, presentes en ausencia: el afuera es parte interior del propio infierno. Los infiernos individuales construyen infiernos colectivos. La insoportable actualidad del ser nos invoca a reflexionar sobre esto y Liliana realiza la alquimia que nos estalla en la cara hasta el pasmo, sin poder zafar. Incluso ausentes.
Es más: POR ESA AUSENCIA.
¿POR QUÉ ESTÁS ACÁ?
nos pregunta insistentemente.
(cada vez que empiezo a escribir sobre esta obra, no me queda otra que entrar por lugares diferentes)
Al infierno presentado por Jean-Paul, Liliana le materializa el campo más allá de los márgenes: el cuerpo como material y discurso humano se destruye y reconstruye en vivo, en una dislocación psicológica que se devora en un todo aplastante, el adentro, el afuera, el ser y la acción. Una bomba atómica en este presente aplastante y acelerado, que sólo deja ver hacia adelante un infierno más profundo.
UNA LECTURA F3MIN1ST4 CONTEMPORÁNEA
Lo que definitivamente hay que hacer, es empezar por lugares diferentes.
El camarero es mujer.
En esta puesta de Liliana Tasso el camarero es mujer.
OTRA DIMENSIÓN
Un cuerpo sobreexplotado, agotado, desmembrado, que se peina y se maquilla para cumplir con su trabajo. La condenada que condena.
¿Entonces cuál es la diferencia entre la vida y el infierno?
Si para ser nos tienen que ver.
Si nuestro ser se basa en la utilidad para otrxs,
si nuestro cuerpo es moneda de cambio,
si el cielo y el infierno caen sobre nosotrxs…
El infierno está adentro
determinado por un afuera implacable
nos ausentamos en el mandato.
Extenuadxs.
El ser es insoportable.
La propia ausencia a veces abraza.
S.E.R.
a veces es apagar el mundo que nos grita en los oídos.
Y SIMPLEMENTE ESTAR.
Desarmadas, exhibidas, violentadas
muertas y todo
sosteniendo el mundo
y el infierno (de)
son
lxs otrxs.
Miren lo que han hecho.
Ahora somos hijas del desastre:
potencia atómica
Gracias Liliana.
Resultados: S.E.R (solo escenas randoms)
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