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"La Odisea contada como sea"
- Yamila Juara
- hace 9 horas
- 3 Min. de lectura
Por Yamila Juara
Anita es la suplente en la clase de primaria de la señorita Margarita. Entra nerviosa y atolondrada. Parece nueva en la enseñanza, tal vez recién salida del magisterio, ¡pero está determinada a hacer un buen trabajo en la clase que preparó sobre mamíferos!
En un giro desastroso para su primer día, resulta que la clase que tenía que preparar era sobre la mitología griega. Entonces busca frenéticamente en su cuaderno algo relacionado con el tema y con lo que esté más familiarizada, aterrizando finalmente en La Odisea.
La Odisea contada como sea juega con lo performativo de la enseñanza. El escenario es un salón, sí, pero el salón también es escenario. La actriz narra la historia con todos los gestos histriónicos que nos recuerdan a aquellas maestras que hacían todo lo posible por captar nuestro interés.
Es en esta era de tiempos de atención cada vez más cortos que tanto artistas como docentes luchan con todo su arsenal para captar y mantener nuestra atención. Es difícil, pero cuando se logra, es realmente maravilloso.
Aquel pintoresco bolsito de maestra parece no tener fondo. De él salen flautas, cuadernos, palos de lluvia y tantas otras herramientas que ayudan a la seño Anita a guiarnos en el viaje de Ulises por mares e islas, hasta volver con Penélope y Telémaco.
Es importante destacar una segunda caja de herramientas: la producción técnica. Las luces y el sonido acompañan con un timing impecable cada movimiento coreografiado para que logremos meternos en la historia sin salir del aula.
Si hablamos de mantener nuestro interés —hazaña de por sí—, hay que recordar que este es un espectáculo para niños. Existe cierto prejuicio con respecto al arte orientado a las infancias, como si eso bajara automáticamente la calidad de una producción. Nada está más lejos de la realidad. Una pieza infantil bien trabajada es disfrutable para cualquier edad dispuesta a atender a su mensaje.
El público infantil es uno muy difícil de captar, y más aún de retener. Ellos no han internalizado todavía las normas sociales de ir al teatro: sentarse callados, observar y aplaudir siempre al terminar. Este es otro momento de cruce con la escuela. El chico que no te entiende, no te escucha. El que se aburre, se quiere ir. No tiene problema en gritar que está cansado o en ponerse a correr entre escritorios o butacas, y todo esto te lo va a decir a la cara sin ningún miramiento. No cualquier profesor elige alumnos pequeños, y no cualquier artista elige un público infantil. Pero cuando lo hacen, y logran producir esa conexión, es algo casi mágico.
La Odisea, si bien es indudablemente conocida, es una historia larga y antigua con la que no todos están familiarizados, en especial los más pequeños. Habiendo elegido un tema de tal complejidad, se hace un muy buen trabajo de simplificar sin subestimar. Al igual que en clase, se utilizan coloquios, modismos y referencias actuales para traerla al ahora. De este modo, resulta interesante, entretenida y comprensible. No hay quien se resista a los ojos brillantes de un niño encandilado. Hasta lo más sencillo, hecho con sinceridad, puede generar maravilla, y no hay espectador más expresivo en su sentir.Hay que destacar en este caso la genialidad de la puesta, que abre la puerta a la participación de este público tan fresco. También, la habilidad de la actriz para incorporar o redirigir este entusiasmo sin cortarlo. Aun como adulto, uno queda inmerso en este ritmo escolar ya conocido y cómodo.
Fue difícil, en ocasiones, contener ese impulso de levantar la mano y contestar a quien, en ese momento, era también mi maestra.En una nota más personal, como alguien que se dedica al arte y a la educación, me encuentro constantemente trazando líneas que conectan estos mundos. Desde ese lugar, agradezco profundamente la oportunidad de ver una obra que se toma el trabajo de hacer honor a algo tan bello como lo es la enseñanza. Una carta de amor a la escuela que, con gusto, volvería a leer.
La Odisea Contada Como Sea. Dramaturgia y dirección: Francisco Chocho Pedreira Actúan: Elena Zago Música original, Producción ejecutiva: Elena Zago Vestuario, Escenografía, asistencia de dirección : Luz Belén Dieguez Diseño de luces: Miguel Coronel Audiovisuales, fotografía y diseño gráfico: Meraki Siede Prensa: Alexis Mazzitelli, Cuarta Pared Arreglos musicales: Leonardo Vallerga Matarazzo Producción general: Julieta Ferrando
Itaca Complejo Teatral, Humahuaca 4027, Buenos Aires, Argentina
Domingos 15 15. Hasta el 27/07/2025
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