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Jezabel Amin

¿Dónde sentís el corazón?: Danza y Escritura.

Actualizado: 1 oct


 

Alguna vez creí que la vida me había estafado, pasaban cosas que no parecían tener mucha sincronía con la narrativa de mi conciencia. A la mitad del camino de mi vida, atravesando el bosque oscuro (1), acompañada por buenas maestras (también maestros), llegué a las puertas de un lugar donde se transmutan energías y se renueva la esperanza. Conozco otros espacios también, siento que el campo de artistas está en tensión porque su biología está en peligro y salgo a recorrer lugares pensando en escribir haciéndome el cuento de que puedo contribuir para salvarlxs y salvarme. Me monto a la ficción de que lo que escribo importa y camino con mi cuaderno de notas pensando si podría ser guerrillera. El imaginario mío es así, a veces delira. La historia social e individual está entrelazada y Jeza quiere contar buenas historias entre historias. Si la vida es semejante a un diálogo, no siempre claro y sereno, ¿cómo seguir nutriendo el soliloquio que me habita? ¿Qué dicen los libros? ¿Las calles? ¿Cómo son los bordes entre la ficción y lo real hoy? Hay múltiples interpretaciones, diría Josefina Zuain. Jeza sigue pensando la propia que no es mía, porque está siguiendo el éxtasis de las influencias (2). Si me visto con la consigna de llevar a pasear el deseo de cuidar el mundo conmigo y me dejo desnudar por las voces de otrxs, ¿Cómo sigo viaje en la selva urbana? ¿Ahora que puedo hablar, qué voy a decir? No estoy segura, se agujereó mi bolsa de pensamientos (3). Disfruto tanto lo que me pasa después de vivir Copia Original (4). que me quedo pensando hacia adentro. Sé que lxs especialistas dicen que tengo que tratar de salir del me gusta o no me gusta, para darle un poco más de fondo a lo que nombro. Pero tal vez las transformaciones en la carne que registro, tal vez la permeabilidad que me aparece, al vivenciar los efectos y afectos que viajan, impresionan, marcan, renuevan geografía de la piel, ya es un montón y con eso es suficiente. Es morder una manzana y reconocer la química estallando ríos de transformación que dan cuenta también de que soy sujeto colectivo. Y me quedo un poco acá, un poco allá, en estado de asombro, confusión, claridad, angustia, alegría, dejando que mi cara frente al espejo absoluto de las cosas exprese la multiplicidad de seres que me habitan. Tal vez no es inocente la suspensión del uso de las palabras descriptivas alrededor de creaciones de otrxs. Tiendo a fracasar en la enunciación de lo que viene después y me sigo preguntando por las maneras de ver. Tengo ganas de escribir más en función de las voces de otrxs, ensayo el gesto.Las relaciones sociales materiales se alimentan también de emociones, de imágenes, de música, de símbolos, de letras. Cuidar la cultura (no estoy segura de si esta es la palabra adecuada) es, al menos para una parte de Jeza, cuidar la vida. Por eso, pese al frío, las crisis de sentido, las preocupaciones económicas, los duelos, las incomodidades, las vergüenzas, pese a que me cueste todavía saludar, sigo volviendo a F.A.C.E. (5), a Silvio Lang en Nos en Vera, a mis otros entrenamientos teatrales también. El encuentro se práctica dijo Catalina Lescano alguna vez y me lo tomé en serio. Y sigo escribiendo un collage de voces. ¿Para qué? ¿para quién? Mi antiguo maestro diría para nadie, ya no lo creo así pero no quiero caer en creer que es para todxs tampoco. Escribo para la persona que no me va a leer. Traigo la pregunta sangrante por mi corazón. ¿Qué? ¿Quiénes me hacen sentir el corazón? ¿El tuyo dónde está ahora? Para entender el diálogo también racional que bombea la sangre, me dio ganas de inventar un texto. Para poder pensar una cucharada de mundo evoco estos meses en F.A.C.E. Intento una primera aproximación de traducción de lo real vivido desde ahí. En febrero comencé a seguir la propuesta del Taller de Prácticas Escénicas Contemporáneas, dictado por Fagner Pavan al que continuo asistiendo actualmente. Las maravillas se repiten cada vez que voy y estoy segura que acontecen ahí todos los días. Siempre me quedo con ganas de estar más tiempo de lo que puedo estar. El trabajo amoroso que acontece en el Galpón me abraza más allá. Me nutre y renueva la posibilidad de creer en la vida cada vez. Aprendo desde la profundidad sin nombre, estando ahí, viendo a mis valientes compañerxs, escuchando, observando. Y me doy tiempo para ver (6), para escribir, para fotografiar. Este gesto en este mundo deshilachado es un refugio, un privilegio, una responsabilidad. ¿Qué veo al mirar? Tesoros.



Pienso en la urgencia de algunxs escritorxs, en la ficción de la soledad, en la calentura siempre necesaria para poder hilar palabras en relación a algo más grande que mi ”yo”, ¿me pertenezco? No estoy segura por eso elijo las comillas. Ahora vuelvo a la pausa hacia adentro y lloro Argentina.


 

¿Estoy exagerando? Llegué a la hoja en blanco con la mente dilatada, casi con desesperación y juego a tocar el borde del lenguaje cuando en verdad quiero tocar otra cosa. Pienso en el apetito por el conocimiento, en sí puedo escribir verdad pensando en verdades. Siento las ganas de alcanzar el punto límite del lenguaje, pero siempre quiero poder volver a la seguridad de la casa ¿miedo a la locura? Tal vez deliro un mecanismo donde descubro que me gusta sentir cierta tensión en el espacio, me gusta la idea de rincón húmedo y oscuro como refugio de las guerras, me gusta la imagen del instante encendido, de cargas y descargas, de los deseos flotantes de las piernas. Iba de hablar del taller de Prácticas Escénicas Contemporáneas dictado por Fagner Pavan en F.A.C.E. y pensando lo visceral, evoco memorias del planeta incendiado. Espacio, objetos, entrar en la materia, traerse al presente, las lianas, ¿el “yo” está adentro? ¿Está afuera? ¿Me dejo afectar y soy otra? ¿Otre? Son varios meses de estar ahí, estar acá, estar allá, pensando las fronteras de mis ojos vacíos. Espiar, observar, recolectar, dejarme afectar, repensar los límites de la piel en relaciones. Poder pensar el adentro y el afuera a veces ordena cierta información, pero tal vez esa zona de interacción es mucho más frágil, porosa, irreal de lo que concebimos y a veces el adentro y el afuera, mi “yo”, lxs “yoes", se mezclan. Permeable pero no confundible dijo Josefina Zuain, Jeza no está tan segura. 


A veces creo que termina existiendo solo lo que anoto… quiero anotar todo y ¿para qué? Me niego a revisar mis cuadernos ahora. Pasan tantas maravillas en F.A.C.E. Nuevos mundos posibles se practican, ahí existe algo cercano a la felicidad. Y también me llena de culpa hablar de felicidad en este mundo violado. ¿Si doy cuenta de la experiencia del hambre y la guerra, importa más? Paro un poco, mejor nombrar la nueva tierra en Parque Patricios, mejor que la nombren ellxs. El 19 de agosto, hablo con lxs intérpretes de Entre Paréntesis, primera co-producción de F.A.C.E. Es la primera co-producción en el marco de los trabajos que salen de la formación. Dando continuidad a los trabajos que se presentan como tesis o trabajos de conclusión de formación. 



” [18:32, 25/8/2024] MAURO GF: Un conductor de trenes Argentinos Recuperados vuelve al año 2024 del cristianismo para guiar al público hacia un viaje espaciotemporal que invita a reflexionar sobre las condiciones del presente en relación a futuros posibles. 
De parte de la tripulación les deseamos una grata estadía...
[18:33, 25/8/2024] MAURO GF: Entre paréntesis es una pieza escénica que cuestiona la temporalidad lineal neocolonial. A través de la danza, siete performers desarrollan una ficción cíclica que, a lo largo de distintas escenas, invita al público a compartir una misma temporalidad de manera activa mientras ocupan y transforman el espacio escénico.
[18:35, 25/8/2024] MAURO GF: Intérpretes creadores:

Francisca Zabala 

José Manuel Muñoz Olivera

Rigel Bonany 

Mauro Luno

Mayrene Vanessa Márquez 

Raymi Etulain Montealegre

Zafiro Acevedo”


Copio información que envía Mauro Luno sobre la obra. Escribir desde el corazón, abre ventanitas, voy a la pesca de información, quiero dar cuenta de las maravillas. Me quedo con ganas de profundizar el seguimiento desde la escritura y escribiendo cerca de lxs artistas, seguir aprendiendo.


 

Esta obra nace como tesis de formación en el año 2023, ayer lxs escuché en un bar cerquita del Galpón. Fue un regalo marciano que me cuenten un poco más del proceso de composición de la obra. Les pido acceso al archivo porque me cuentan que cambió bastante desde la primera vez que tuvieron función hasta ahora. Ellxs siguen trabajando, la obra no está terminada, les pide cosas, quieren seguir cerca de lo que generaron. Reconocen agradecidos todo el amor que circula en el Galpón, donde pudieron producir por la capacidad de gestión, la escucha sutil a las necesidades de lo escénico, las tutorías, el acompañamiento, el espacio para los ensayos, la libertad de que generen lo que quieran generar con la contención suficiente para materializar sus sueños. Un lugar que materializa los sueños existe, ¿cuántas formas tiene el tiempo? ¿Cómo lo vivimos? ¿Desde qué lógicas? Con el enorme trabajo que se recrea ahí, siendo conscientes de eso, ellxs sienten que pueden mostrar sus vulnerabilidades y acompañarse, que pueden también pensar juntxs las maneras para existir, a pesar de las adversidades por la limitación de recursos (o con ellas), cuidan su alegría. También aprenden gestos para conseguir fondos y pueden practicar herramientas para ser realidad, para formar comunidad, para inventar nuevos futuros posibles transformando el presente. Al final de la charla, comentan que les quedan las ganas de seguir hilando con el material (también a Jeza). Adquirí este gustito de observar obras gracias a mi participación en el Catálogo de Colectivos que crean Danza(s) de Segunda Papel Editora, sigo tejiendo sentido existencial desde ahí.




Una parte de mi se queda resguardada en los textos, lo confieso. Una parte no quiere ser corregida por nadie, ¡lo confieso! Otra parte lee y sabe que a mis líneas le hacen bien los mimos, los toques, los ajustes de otras manos en relación. Por eso le pido a Mauro Luno que sume palabras. Cuente más de la obra que quiero volver a ver y volver a ver. Como hice con Copia Original, con Puerta Abierta. En la repetición aparecen cosas nuevas.


“Creo que lo único que podría agregar a este texto con la justeza sensible de nombrar, hablar y ser habladx, es una incitación/invitación abierta a ver la obra en las funciones de octubre (20,26,27)”,

agrega entonces.


Esta oscilación entre las ganas de seguir siendo quien soy y desaparecer, actualizar y dejar que algo nuevo aparezca, esa danza de quedarme con cierto territorio firme para descansar blandamente entre otras piernas, este ir y venir, entrar y salir, este practicarme en colectivo viene ocupando más lugar en mi carne desde Josefina Zuain, desde Silvio Lang, desde la pandemia, desde Fagner Pavan, desde Michell Capelleti, desde Marina Giancaspro, desde que nací para atrás, arriba y adelante. ¿Cuándo empezó todo esto? No sé, los tiempos en mis divagues a veces son confusos, el adentro y el afuera, las coordenadas de navegación no se acoplan en linealidad. Pero si sé una cosa. Me gustaría poder dar cuenta de las maravillas que habitan en F.A.C.E., me quedo con la pregunta de si se pueden trasladar más allá de las puertas de lata. ¿Cómo es llevar a pasear las afecciones? ¿Cómo es irse para poder volver? ¿El eterno retorno tendrá domicilio terrícola en Parque Patricios?

El viaje ¿cuánto dura? (7) 


 

Pasaron cosas por allá, que es acá en mi casa escribiendo ahora. Amor y agua fresca. Confianza, entrega, riesgo. Me llené de palabras y pequeños gestos que gatillan un mar de influencias que voy a nadar durante toda la vida. 


Guardo las emociones en el corpiño y me saco la corteza frontal, para poder agradecer la posibilidad de estar cerca. Vi Copia Original cinco veces, Entre Paréntesis dos y estoy con ganas de volver a disfrutar de las funciones en octubre (20, 26, 27). Ellxs reafirman mi intuición. El trabajo desde el amor genera, permite, posibilita, produce, habita el espacio que transforma y permite reciclar la vida de numerosas personas. 


Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia, comandante Che Guevara. Escucho esta canción ahora. ¿Cuáles son las revoluciones posibles hoy? No sé, pero lxs artistas del Galpón tal vez tengan historias que contar. Jeza escucha, observa, anota, quiere escribir bailando siempre para recordar que hablar de brazo libertario antes era otra cosa. Es otra cosa. Seguiremos adelante. 


¡Hasta siempre F.A.C.E.! (conciencia carnal transformada)




 

  1. Tomo referencia a la Divina Comedia, obra trabajada en el Taller de Montaje Teatral Físico de Matías Bassi en marzo del 2024 en el Montaje Hospital Pirovano, variaciones de la Divina Comedia. Insisto con el procedimiento de mezclar influencias.

  2. Palabras tomadas de Copia Original. La muerte del autor o el éxtasis de las influencias. Colectivo Dominio Público, Dir.: Fagner Pavan.

  3. Contagio del texto de Ursula K. Le Guin, La teoría de transporte de la ficción, trabajado durante el Taller de Prácticas Escénicas Contemporáneas de Fagner Pavan.

  4. Copia Original. La muerte del autor o el éxtasis de las influencias. Colectivo Dominio Público, Dir.: Fagner Pavan.

  5. F.A.C.E. es un programa de Formación de Artistas Contemporáneos para la Escena que existe desde 2010 dirigido por Victoria Viberti, Inés Armas y Fagner Pavan.

  6. Palabras inspiradas en palabras dichas por Fagner Pavan “dar tiempo a las cosas” en el contexto del Taller de Prácticas Escénicas Contemporáneas.



Palabras dichas por Marie Bardet en Nos en Vera, seminario de Prácticas situadas de (no) decisiones conectivas colectivas, marzo 2024.


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Bio

Ella es Mariné o Marina Amestoy, directora y fundadora de Revista Mariné.

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