Cierre de agosto, inicio de septiembre.
- Jezabel Amin
- hace 4 días
- 10 Min. de lectura
Actualizado: hace 3 días
¿Última nota antes de mis cuarenta? Escenarios de acá y allá, un cuerpo que escribe en conversación con La Pequeña Orquesta, Meraviglioso y Jujuy. ¿Vos dónde estás?
Escribo con la pretensión de darte la mano. Cuando inicio el recorrido en estas hojas, tengo una foto mental conmigo de alguien que miró mis manos alguna vez y pensé: “no tengo las adecuadas, no soy suficiente, se va a dar cuenta de que no estoy sana”. Algo similar estoy pensando ahora y de todas maneras sigo escribiendo. Algo de mi sabe que con mi corazón alcanza para estar acá, alcanza para escribir, alcanza para estar en un escenario. ¿Es así? ¿A quiénes se les da lugar en los teatros de C.A.B.A.? ¿Y más allá? ¿A quién se le da lugar como humano? ¿Hay alguien que otorga espacio para una voz y no para otra?
Gracias a Pablo Quinteros y a Carolina Barri, tuve la oportunidad de vivir una experiencia transformadora en el Teatro del Globo: Participar del concierto de La Pequeña Orquesta fue un honor.
Esta Orquesta se crea en el 2024, nace como una propuesta artística y pedagógica innovadora sin precedentes en la música orquestal. Es un modelo inspirado en la “Pequeña Escuela” de F. Alexander en la cual la pedagogía de la Técnica Alexander fue integrada a la educación formal. Desde su creación, ha desarrollado una propuesta que invita a los intérpretes y al público a experimentar la conexión entre música y el bienestar.


Pocos minutos antes de empezar, Carolina me dijo “sentite libre”. Elegí creerle y más allá de los miedos, confié en el amor por la música, la vida y en mi formación en Técnica Alexander. Ella permitió que estemos en una sala y que personas que piensan muy distinto, que en otro contexto hubiéramos estado discutiendo sobre si Palestina sí o Palestina no, si el rey loco sí o el rey loco no, compartamos un lugar sin mordernos. Algo más grande que un “yo” nos conectó con el espacio y la posibilidad de estar juntxs. Ahí estuve, ahí estuvimos. Jezabel mujer, un poco intranquila y un poco con toda la confianza de la cordillera, sabiendo que la música iba a aparecer desde un bellísimo grupo humano y que la protagonista de la noche eran ellas. ¡La música de La Pequeña Orquesta enlazada por la técnica Alexander! Ellas nos permitieron estar en comunión. Intenté conectar con el silencio como colchón insustituible para la escucha, e intenté contar como si estuviera en mi casa con lxs músicos y el público, que viví algo particular en la tierra de Purmamarca y que algo de ese espíritu de descanso y remanso estaba latente en mis dedos todavía y quería que sea parte de la noche que compartíamos.
¿Cómo contarte del enorme trabajo que hay detrás para que un acontecimiento así suceda? ¿Puedo tocar con mi pluma tu corazón? ¿Te significan algo estas palabras?
Un cuerpo que escribe vio de cerca la concentración de lxs trabajadores de las artes, vi las pestañas fruncidas, la transpiración, la contención de la respiración de los grandes músicos. También vi su distensión, liberación, goce. Sí, cuerpos humanos en el espacio gestando magia racional: música. Me metí adentro de ella y agradecí infinitamente la posibilidad de renacer entre las negras, blancas y corcheas, preguntas, respuestas y partituras. Soy un animal analfabeto que no sabe de ella pero siente y me dieron permiso de estar ahí. La música, ella sigue siendo un misterio para mí y sin embargo me atraviesa cada célula, como si nos conociéramos desde antes de nacer. Y es así, venimos de lejos y el mundo no empezó con mi nacimiento. Tampoco con el tuyo. Ella viene de lejos también. La pequeña orquesta la trajo cerca, bien cerca. La extraordinaria voz de Alejandro Spies, me deja suspendida… o casi, quisiera poder componer un poema con la sensación de cielo que me significó escuchar su voz.
No puedo narrar lo qué pasó esa noche. Necesito que pasen los días y decante la experiencia. Lo único que puedo hacer por el resto de mi vida es agradecer. Después de haber vivido desde adentro la música, puedo morir en paz.
Antes de eso, le digo también gracias a Lucas Di Giorgio por haber estado ahí. Él también hace magia racional cada vez que lleva su obra Meraviglioso al teatro (y cuando baila). Ya son varias funciones que vi de esta obra escénica, luego te cuento por qué es importante ella para mí. Antes tomo la posibilidad de agradecer a mi hermana por su sonrisa, a mi papá por la escucha. A mi mamá por ir, a pesar de su indignación por no haber entendido qué es la técnica Alexander, también le digo gracias a ella. Quedó la curiosidad circulando y eso es importante. Tal vez eso abre un camino. Si hay intención en la escucha, algo sucede siempre. Cuando eso sucede, no lo decido “yo”.
Gracias a todo mi pasado por haber contribuido a que mi agosto sea diferente. La palabra que elegí para comenzar el mes que se fue, mes tan significativo para un cuerpo que escribe, fue resurrección. Cuando digo cuerpo, digo unidad psicofísica (que incluye alma y espíritu para mi). En agosto pude viajar a Jujuy, disfrutar algo del Festival Tango y Pacha y despedirme de una versión de mi para dar lugar a otra.


Hace poco volví a ponerme en contacto con Lucas, ya no sé bien por qué, pero desde entonces, mis recuerdos alrededor de la primera obra sobre la cual me animé a escribir y se publicó una nota en cuadernosdedanza.com.ar fueron ocupando más espacio en mi cotidianidad. Converso con las obras en planos invisibles, en distintos tiempos también.
Verla, verlo y compartir esa experiencia con mi hermano en el 2021 la hicieron súper importante en mis reflexiones. Una obra como acontecimiento. Una serie de cuestiones, un antes y un después en mi vida, el impacto del asombro de dar a luz a un pensamiento nuevo en una sala de teatro. Con esta obra (le estoy diciendo “ella” también) empecé a practicar una manera de mirar y fue en relación a “ella”, que el diálogo masculino-femenino se transformó en mi paisaje interno. Una obra, una alteridad me hizo otra. ¿Cuántas otras puedo ser? ¿Con cuántas obras puedo estar en diálogo sin perder la capacidad de visión de lo singular? ¿Vos cómo vivís tu multiplicidad?
Viendo Meraviglioso pensé algo que no había pensado antes de esa manera: “ah, tal vez si existen los hombres buenos, tal vez a ellos también les pasan cosas como a mí, tal vez no son el enemigo”.
Cuando el lugar del daño está asociado a una figura masculina a veces es difícil no mirar los “él” con desconfianza. ¿Qué se me juega en el vínculo con lo masculino en particular? Son las 7:28 am, desperté pensando en “él”. La fatalidad de vivir enamorada. Mi deseo por morder ese pronombre me desborda. Entonces veo si puedo pertenecer a uno, a otro y no salgo de las hojas. Hoy debo volver a recordarme que nada existe de este lado del espejo hasta que no empiece a compartir materia en el mundo real. No puedo vivir sólo en las hojas si quiero dejar de ser personaje.
La danza entre lo singular y lo plural en clave sexoafectiva me interesa, lo confieso y es fuera de mis hojas donde puedo besarte. Para quien me lee por primera vez, vengo compartiendo mi dificultad de vivir más allá de lo que escribo en cada nota (pero no tengan miedo de perderse en el laberinto). Entro y salgo y te invito a que viajes conmigo, pensando desde los intersticios en clave alexandrina.
Sigamos recorrido. Después de la mágica noche del 23 con La Pequeña Orquesta, voy a ver a Lucas D. actuar en el Teatro Pasillo al Fondo. Todo este mes estuve pensando en esta obra, yendo y viniendo de Jujuy, disfrutando del Festival Tango y Pacha organizado por Teresa Reynoso y Pablo Sallavedra.

Jujuy es una tierra que visito desde hace más de 25 años. Mi primera menstruación fue en la Quebrada de Humahuaca. Te cuento que dejé momentos clave de mi vida allá para ver si te contagio las ganas de que narres tus días desde lo más interno de vos. En los hilos rojos narrativos, ese juego de entrar y salir de C.A.B.A. me transformó para siempre. La frontera entre lo urbano y lo que hay más allá, me interesa. Entre el adentro y el afuera, entre una obra escénica y la vida misma como obra máxima también.
Jujuy no fue ni es mi único paisaje amado, también crecí visitando los ríos de Córdoba y atesorando los cuentos de mi padre nacido en San Juan. También soy las memorias de las visitas a San Marcos Sierras, las sonrisas de carnaval y los pies en la arena. Soy una frágil identidad federal que invoca la cosmovisión aborígen huarpe de su bisabuela para ver mejor. Mi paisaje interno nutrido de historias de otras épocas y liturgias orientales, hace que mi identidad urbana sea casi siempre una pregunta. A veces simplemente no entiendo cómo podemos estar coexistiendo con tan poco espacio entre nosotrxs, con tan poca luz, con poco oxígeno, con tan pocas oportunidades de ver el horizonte y jugar entre los yuyos. Lo real no entra en una pantalla, mi mundo no es este. ¿El tuyo cómo es? ¿Qué lugares te hacen bien? ¿Un teatro, una plaza, una milonga, un café, el mar, las montañas? ¿Cómo es tu relación con la naturaleza urbana? ¡La música de La Pequeña Orquesta hace bien! ¡Meraviglioso hace bien!
¡Cierto! Estaba por escribir alrededor de Meraviglioso y me desvié a mi amor por las arquitecturas del mundo. ¿Dónde termina y empieza una obra escénica si sus efectos siguen viajando en otrx cuerpo? Me llevé a pasear mis memorias de esta obra a Purmamarca. Con ella vimos tres estrellas fugaces. En mi viajan los afectos y efectos, soy tocada por dentro sin que nadie se anime a acercarse de verdad. ¿Perdí mis bordes? ¿Tus bordes cuáles son? ¿Dónde termina y empieza una escena si persiste en la memoria de tus huesos? Date atención, observá la manera en que estás respirando si, también mientras lees.
Cuando volví a visitar Meraviglioso en C.A.B.A. noté detalles que estaban antes, detalles que no. Él tiene unas manos enormes que parecen sanas. Lucas en escena tomó nuevas decisiones, ¿de dónde vinieron? No ofreció flores hacia el final como en el 2021, ofreció las llaves de su corazón. ¿De su corazón? ¿Y el tuyo cómo está?
Sentí tu peso en el lugar donde estás, recordate los permisos de tu piel. Hay mucha información circulando, no dejes que todo pase. El mundo está sufriendo y mucho. ¿Cómo transformar el dolor para cuidar la continuidad de la vida? Teatro, música, milongas, ¿qué lugares te dan permiso para practicar el bienestar responsable? ¿Quiénes se quedan afuera del placer en el mundo de las guerras?
¡Cierto! Estaba por escribir alrededor de Meraviglioso. Este 24 de agosto, volví a ver su obra, ¿su obra? Ahora también es mía. La vi con la memoria de lo que había visto años atrás. Ella fue otra y la misma también, como “yo”. Lucas es muy alto, ocupaba mucho espacio en esa sala. Tal vez Ana (mi proyecto de obra escénica) estaría bien ahí. Él tal vez necesita otro despliegue. Tal vez esto de pensar el sentido de propiedad sobre las creaciones artísticas es raro, pero también es muy cierto que quien pone más horas de trabajo y energía es el creador. Y si el creador trabaja con alguien más, se deja modificar por la alteridad, pero sigue siendo origen y destino. ¿El creador está atrapado en su obra? ¿Y la creadora? No quiero repetir que hay algo más allá del binomio masculino-femenino que me interesa.
Tal vez tengo que aceptarlo. Tal vez ”yo” no puedo escribir sobre obras como una crítica académica seria (me lo han dicho ya: lo tuyo es otra cosa). Esa obsesión humana por las categorías me llama la atención. Escribo sobre las personas que piensan y trabajan en este mundo, escribo sobre las artes que practico. Aunque me pidan que nombre cosas de las puestas en escena y me dejen notas sin publicar porque no digo lo esperado, insisto en defender mi manera enamorada de mirar a lxs artistas y sus creaciones. Amo a Agustín Soler, Lucas Di Giorgio, Fagner Pavan, Pompeyo Audivert, Silvio Lang y la lista sigue. Podría besar profundo a cualquiera de ellos y sin embargo desvío mi libido hacia estas manos. De mi poligamia mental creativa hacia estas hojas, a la vida, a ella elijo besar. A ella, la música, sus ríos y montañas. A ella, quiero decirle que la tomo y doy la poca humedad que me queda en mis caderas. Clavo mis uñas en la espalda del mar y abro mis piernas. En vos hombre perdido, mi sombra jamás. Mi amor sabe en qué orilla quiere derramarse.
Suspiro consciente de que este mundo a veces, no parece el verdadero. Tal vez estamos un poco muertos. Hay que volver a nacer todas las veces que sea necesario. La pequeña orquesta, Mervaglioso, los puentes de miradas amorosas compartidas, dan permiso a las resurrecciones. Poder escuchar el canto de los pájaros aún en C.A.B.A. también es un tesoro. No dejes de escuchar el canto de los pájaros. Siempre gratitud por la belleza. Las montañas allá, los edificios acá y ella desnuda entre las cosas, paseando sigilosa, sembrando intenciones de luz.
¿A qué le das tu atención y cómo? El esplendor de la verdad no existe sólo en los escenarios. El amor al servicio de todos los lugares, todos los cuerpos. Necesitamos vivir en paz, en un mundo con menos guerra, menos miedo y más amor. La democracia, la accesibilidad, la igualdad, la posibilidad de un descanso constructivo para todxs es lo que defiendo con mi pluma infernal. Y ella fue mojada por la Técnica Alexander.
Y a vos amigo infinito, te respiro todavía. Aunque deje de nombrarte, no te olvidaré jamás. Que el pulso del amor reine en tus días. En otra vida, tal vez un “nosotros” será.
“Vos” escribí tu historia, la partitura de lo real no está terminada. Somos seres afectados y afectantes, en relación, en relaciones. “Yo” sólo escribo para recordarme que respiro todavía y que no estoy sola en el mar de islas muertas. Uso mis manos enfermas deseantes y regalo palabras. Un cuerpo que escribe se retira, necesito un silencio antes de volver. Necesito organizar la primavera.
¡Que tengas buen septiembre queridx lector! ¡Seguí la música! ¡El teatro de la humanidad continua!
Referencias si querés seguir tu curiosidad: @lapequeniaorquesta @meraviglioso.clown @festival_tango_y_pacha
Comentarios