top of page
Quimey Vivas

Convivir con la diversidad: Sobre Cueva de Bichxs.

Actualizado: 2 ene



Hubo tiempos en los que la locura era percibida, como algo que pertenecía a las quimeras del mundo; podía vivir en medio de esas quimeras y no tenía por qué ser separada.


Michel Foucault, Historia de la locura, 1961.



 

Cueva de Bichxs, estrenó el diez de diciembre en el teatro Sigue la Polilla -Castro barros 874, CABA.



¿Y qué es o de qué trata esta obra de danza-teatro?


Cueva de Bichxs nos invita a pensar las problemáticas en salud mental como fenómenos sociales. Ágata, Carmen y Clementina, los personajes principales de esta historia nos guían, a través de sus memorias, deseos y rarezas a través de un recorrido en el que, quizás, descubramos que todxs somos…bichxs (raros).



 


Intérprete de Cueva de Bichxs en escena.



 


“¿Que es un bicho raro?”- Es una persona de carácter o costumbres poco comunes o extrañas para lxs demás - Entonces, la pregunta que se impone es: ¿Te has sentido un bichx raro alguna vez?



 



Hoy en día, el teatro se ha movido en cuanto a sus límites normativos; se ha vinculado a otros contextos para, no solo ser solo una práctica artística sino también, un posibilitador de transformación personal además de ser portador de un potencial cambio social.

Cueva de Bichxs indaga y atraviesa un campo pedagógico con una población que ha sido estigmatizada y excluida, representando una problemática social que no podemos, ni debemos, evadir. A través del tiempo, la sociedad ha ¿logrado? invisibilizar y demostrar la incapacidad para convivir con la diversidad en toda su extensión.



 




Función de Cueva de Bichxs. Foto capturada por Quimey Vivas

La cueva en la obra es sinónimo de un universo simbólico, que evoca lugares ocultos de la mente. Durante este viaje, los tres personajes forman un vínculo utópico para sostener(se) y enfrentar la dura realidad que los acecha. Pocas personas conocen esta realidad, pero existe; la confluencia entre institucionalización, contención y autonomía. Esta narrativa plantea la capacidad de ver los problemas de salud mental como fenómenos sociales, criticando así perspectivas institucionales deshumanizadoras. No es una mera coincidencia que, esta obra, sea presentada en Sigue la Polilla un espacio de resistencia que da pelea, continuamente, por aquellas cosas que nos alejan de nuestra esencia, de los demás y de la (propia) naturaleza; utilizando la cultura y el arte como escudo.



 

La demonización de las patologías de salud mental implica, desafortunadamente, la falta de empatía. Por lo tanto, resulta necesario que, desde un punto de vista humano y social ampliemos la perspectiva respecto al tratamiento y el pronóstico que socialmente estigmatiza y aísla. Cueva de Bichxs manifiesta, a través del arte, un discurso claro; la medicalización e institucionalización crónica de personas puede ser contraproducente para un desarrollo social y evolutivo, ya que no permite diálogo ni abierto ni crítico. Como espectadores de esta realidad, es necesario que planteemos una postura que no siga promoviendo paradigmas, sino que, por el contrario, los transformen



 




pH: Quimey Vivas. Edit: Mariné Amestoy.



 

Disposición del espacio en el espacio: un número de baile, un desfile y un recital de poemas.


Un rectángulo botánico, paredes blancas sin decoración, zapatillas sin cordones, una zona cuya disposición resulta vacía, pero también cerrada donde día a día Ágata, Clementina y Carmen se enfrentan a su soledad, una soledad traicionera. Un campo institucional donde está en cuestión la victoria o la sumisión. ¿Cómo transformar ese espacio? ¿Cuál es la realidad y cómo nos posicionamos ante ella? Carmen nos invita a ver por una ventana e imaginar que todo es de un color distinto al habitual, el cielo, los árboles y los pájaros. Claramente, la interpelan imágenes de otros mundos; como así también a sus compañeras, cómplices de un imaginario en el que tejer redes se vuelve primordial para su supervivencia.



Bailarinas de Cueva de Bichxs en el día de la función



 

Bichx Raro, si a vos te hablo, ¿quién no se sintió extraño alguna vez? Y, no por eso nos han estigmatizado. ¿Qué hacemos con lo que no se nombra? ¿Y con lo que tapamos e invisibilizamos? Animo a todos y cada uno de nuestros lectores, a dejarse interpelar por esta obra, para que así florezcan mundos dentro de otros mundos, sueños dentro de sueños, fantasías, quimeras y recuerdos para sobrevivir a la realidad.



 






pH: Quimey Vivas. Edit: Mariné Amestoy.



(…) ... hay que abrir de par en par todas las ventanas y tirar todo a la calle, pero sobre todo hay que tirar también la ventana, y nosotros con ella. Es la muerte, o salir volando. Hay que hacerlo, de alguna manera hay que hacerlo.


Julio Cortázar, Rayuela, 1963.



 

Cueva de bichxs. Idea: Laura Jara. Dramaturgia: Laura Jara. Intérpretes: Laura Jara, Claudia Llavaneras, María Esther Mejia. Vestuario: Juan Ernesto Marín. Sonido: Kenny Sala. Diseño De Iluminación: Rocío Busca. Fotografía: Julieta Chew. Diseño gráfico: Mariano Ruiz. Asistencia de dirección: Tábatta Varga. Coreografía: Laura Jara.

Dirección: Laura Jara.


Teatro: Sigue la Polilla (Castro Barros 874).

Función: 17/11, 21 ha.




146 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Bio

Ella es Mariné o Marina Amestoy, directora y fundadora de Revista Mariné.

Críticas

Si te gusta Revista Mariné y querés ayudarnos a crecer, podes comprarnos un cafecito desde $400

 

(https://cafecito.app/revistamarine)

Etiquetas

bottom of page