TERRIBLE PESO DE UN EXCESO DE SENTIDO: SOBRE "BOCHORNO".
Testimonio Teatral de Elena Cerrada
Un teatro sagrado sigue siendo lo que necesitamos
P. Brook
El autor del libro El Espacio Vacío, hace esta afirmación porque simplemente el acto y el hecho de interpretar corresponde a una necesidad ampliamente compartida. El teatro genera comunidad, y sino diríjase hacia ese costado para tratar de vivir esta vida sin obras, sin máscaras, sin gestos, sin acontecimiento público, sin cuerpos capaces de ofrecer una pizca de escenario, en definitiva, sin trama, sin nada. No se puede. Entonces vamos a comenzar yendo al teatro y contemplar la escena local. La producción es amplia, hay que armarse una agenda, siempre.
En esta ocasión, a sala llena, con 90 personas en Cirulaxia el sábado pasado 24 de agosto en Córdoba capital. Nos encontramos en ese pasaje del abasto, ni el frío nos para. La obra Bochorno es un testimonio, un biodrama. Una actriz que lleva el fuego en su nombre que en realidad es una bailarina mal diagnosticada actriz. El sonido es envolvente, se parece bastante a la resonancia del pasar de unos autos en una autopista, o ¿quizás es el eco del viento lo que se oye, o son las olas del mar? Se confunde, me confundo, pienso que es algo natural o artificial, no lo sé.
“Hoy lloré un poco otra vez, pero a nadie le importa, el aire va rozando nuestros cuerpos",
dice la voz en off que se escucha en la sala.
Y los calores son intensos porque corresponden a una vida intensa en una actuación también intensa. Elena Cerrada de Córdoba es un poco Helena de Troya que está actuando, interpretando su drama, su existencia en un teatro hermoso poblado de gente, y el pueblo la aplaude.
El color del sonido de Helena de Córdoba es azul, como su cama, que como en el Reiki corresponde a la voz: ella hablará de su cuerpo, de la anatomía del dolor medido en tiempo, y por supuesto de la intensidad en la manera de vivir y de expresar con honestidad visceral que no quería guerras ni luchas y que una vez más eso es producto de la disputa territorial entre los hombres. Como siempre, una vez más, la historia del hombre sobre la tierra es una catástrofe. Y fue tan fuerte su deseo de actuar que, en el camino, por supuesto, hubo muertes inevitables. O quizás no, quizás - y aquí se pregunta si el mal de Chagas fue destino o consecuencia de la desigualdad de una patria con intentos de ser rubia - podrían haberse previsto, o incluso evitado. No lo sabemos. A veces no hay respuestas frente a tantas incertidumbres.
Elena está actuando, y están ahí al descubierto sus rodillas, las tres operaciones, el útero en ese encuentro y desencuentro entre ese adentro y afuera, es ella, actuando en una sala de teatro en un lugar que no es Troya pero que arde de igual intensidad porque todos trabajamos con el cuerpo, ¿no? le dice un médico sin contemplar acaso la poética abismal de una actriz que sólo quiere bailar. Bochorno da calor, es sobre la antorcha resplandeciente del testimonio a pura fiebre de Elena de Córdoba. ¿Una actriz mal diagnosticada bailarina, o era al revés?
Hay que verla, en Cirulaxia, Pasaje Perez 12 . (Córdoba, Capital)
PH: Cortesía de Prensa y Difusión de la obra.
Edit.: Mariné
BOCHORNO-terrible peso de un exceso de sentido-Testimonio Teatral de Elena Cerrada
Co-producción: Cirulaxia Teatro y Proyecto Lilith Idea General: Elena Cerrada
Co-dirección: Elena Cerrada y Ariana Andreoli Actriz – Texto autobiográfico: Elena Cerrada
Dramaturgia corporal: Ariana Andreoli Diseño espacial e iluminación: Victor Acosta
Diseño y concepto sonoro: Pablo Behm Realización Escenográfica: Osvaldo Cerrada
Vestuario: Elsa Bello y Elena Cerrada Prensa y Difusión: Natalia Arriola y Juan Ferreyra