La diferenciación entre la imagen como gesto performativo presente y la obra de arte como archivo histórico ofrece un marco fértil para repensar la distribución y la circulación de la práctica de la danza a lo largo de la historia. La imagen, entendida como un medio que no solo representa sino que también actúa y performa, nos invita a reconsiderar el rol de la danza en diferentes momentos de la historia, desde sus usos rituales y sociales hasta su transformación en objeto de archivo y legado.
La Imagen como Gesto Performativo
Cuando hablamos de la imagen como gesto performativo presente, estamos destacando la acción que la imagen tiene en el aquí y ahora, su capacidad para ser parte activa del cuerpo social y cultural. En el contexto de la danza, esto implica que la imagen no solo documenta la danza, sino que la danza misma se convierte en un vehículo de comunicación social. Esto se observa en las bajas danzas, los minuets, las pavanas, las carolas, donde la danza no es solo un espectáculo para contemplar, sino una acción con la cual los cuerpos interactúan socialmente. La danza se convierte en una forma de gesto protocolar, un lenguaje en sí mismo, cuyas normas y significados son transmitidos a través de las generaciones.
Función de la Imagen en la Danza
Siguiendo la línea de Belting, que propone escribir una historia de la imagen en lugar de una historia del arte, podemos pensar en las imágenes de la danza (ya sean grabados, fotografías, pinturas, etc.) como representaciones que no solo conservan un momento en el tiempo, sino que también se convierten en elementos vivos que circulan en una red social y cultural. Estas imágenes de la danza, a medida que se difunden, no solo preservan una tradición, sino que también modifican y reconfiguran las formas de interacción social, revelando el impacto que las representaciones visuales tienen en el cuerpo social. En ese sentido, las imágenes de la danza no son solo reliquias del pasado, sino dinámicas vivas que continúan afectando la percepción y el sentido de lo que la danza es.
Danza como Ritual de Encuentro
La danza ha sido, históricamente, un ritual de encuentro, un espacio donde los cuerpos se encuentran, dialogan y participan en un acto colectivo. En las ilustraciones de la danza que podríamos encontrar en este tipo de libro, cada imagen se presenta como una representación de ese encuentro: los cuerpos en acción, la disposición del espacio, el código de comportamiento de los participantes. Las representaciones gráficas no solo nos ofrecen un vistazo al pasado, sino que son momentos encapsulados de una práctica social compartida, que permitía a las personas participar en la creación de significados conjuntos.
En este sentido, las imágenes de la danza tienen un rol fundamental en la transmisión de valores, tradiciones y estructuras sociales. Cuando hablamos de la danza como "asunto presente de los cuerpos", nos referimos a la idea de que la danza no es solo algo que ocurrió en el pasado, sino que su presencia sigue siendo activa en el presente, no solo a través de su práctica, sino también a través de su representación visual.
La Danza como Archivo Histórico
Por otro lado, la obra de arte como archivo histórico actúa como un testigo y conservador de las danzas y sus transformaciones a lo largo del tiempo. A través de la recolección y conservación de imágenes de la danza, se construye una narrativa de su evolución, pero también se evidencia el proceso de museificación que tiene lugar cuando estas prácticas son transformadas en arte y objeto de estudio. Sin embargo, no debemos olvidar que este archivo no es estático: las imágenes conservadas también tienen el poder de reencontrarse con el presente, ya sea a través de la reinterpretación contemporánea de las danzas o mediante su revalorización en contextos sociales nuevos.
Por ejemplo, en el caso de las danzas barrocas como los minuets o pavanas, su práctica puede ser revivida en la actualidad a través de una mirada archivística que no solo reproduce la tradición, sino que también la contextualiza y la reconfigura para el público contemporáneo. Las ilustraciones que conservan estos momentos históricos tienen el poder de funcionar como fuentes para futuras reinterpretaciones, creando nuevas dinámicas entre el pasado y el presente.
 
Ideal para estudiantes y profesionales de la danza y las artes performáticas.
 
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